lunes, 7 de junio de 2010

Edad de la poesía

La juventud es como una herida, que cierra naturalmente.  Entonces se lee la poesía como en ensueños, sin prestarle mayor importancia.  Pero los versos se recuerdan como iluminaciones de la vida.  Ya viejo el hombre, con el alma curtida, la letra se le hará verso sólo si su juventud no ha cicatrizado todavía.

Perfeccionista en bruto

No enciendo la luz para no contemplar el reguero de mi alma.  El autoengaño me conduce a imaginarme que no deseo la perfección y a no perder el tiempo con sus detalles.  Soy un perfeccionista en bruto.

Amor sexual

Una vez que ella está con él, la mujer quiere más; una vez que él esta con ella, se quiere ir.  Solución donjuanesca:  no confundir tanto puerta con pierna, ni paisaje con alma.

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