Amor y paz

Ha sido la fuerza la energía constructora y destructora de mundos (vea la historia o intuya la prehistoria).  Lo que llaman amor, ese sentimiento que entretejen con la paz y la comprensión ideales, son períodos del remordimiento humano.

Sufriendo con el tiempo

Divídase el día en tres prociones:  trabajo intelectual, trabajo físico y trabajo del sueño.

Venganza y belleza

La fealdad procura lo tierno y humilde como medio de supervivencia, puesta en la situación de competir.  La belleza, por su lado, se da el lujo de la arrogancia, y ha sido trabajo de artistas y poetas el intentar vengarnos un poco de ella al invitarnos a mirar sapos, enanos y bestias con los ojos del alma, contraponiéndonos siempre la imagen de una flor perversa como una figura derrotada.

De la voluntad y la muerte

La voluntad no puede ser plena porque se soporta en la carne, una pata de barro; en consecuencia, sólo es una idea de fortaleza, de la misma contextura que la carne, ante su sueño de inmortalidad.  Susceptible al fracaso, se apoya en trucos y miles de autoengaños (hasta en veleidades), siempre imaginándose que ha de prevalecer sobre su inevitable quiebra.  A lo más que puede aspirar es que digan que su portador, después de muerto, fue cónsono con sus determinaciones hasta el final.  ¡Vaya hoja vanidosa de olivo!

Clases sociales

Puede soñar el clase-media con encontrar un prestigioso hueco dónde morir; el rico, con no tener que hacerlo; y el pobre, por su parte, con un lugar dónde vivir.