sábado, 18 de julio de 2009

De la voluntad y la muerte

La voluntad no puede ser plena porque se soporta en la carne, una pata de barro; en consecuencia, sólo es una idea de fortaleza, de la misma contextura que la carne, ante su sueño de inmortalidad.  Susceptible al fracaso, se apoya en trucos y miles de autoengaños (hasta en veleidades), siempre imaginándose que ha de prevalecer sobre su inevitable quiebra.  A lo más que puede aspirar es que digan que su portador, después de muerto, fue cónsono con sus determinaciones hasta el final.  ¡Vaya hoja vanidosa de olivo!

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